JAPÓN: ¿ES IGUAL QUE CHINA Y COREA?

Nuestra colaboradora Saya DeLarge regresa con un nuevo artículo donde desmonta el falaz estereotipo de que todos los asiáticos son iguales y nos muestra cómo podemos aprender algo de los valores que tiene la cultura japonesa.

¡Aquí os dejamos con su reflexión!

Uno de los grandes errores que cometemos como occidentales es confundir a los tres tigres asiáticos: Japón, China y Corea. En vez de establecer las diferencias, algunas películas y  series de TV contribuyeron a alimentar la frase que refuerza el estereotipo “Todos los asiáticos son iguales”.

Aunque los tres comparten algunos aspectos gastronómicos, religiosos y culturales, Japón desarrolló una identidad bélica al separarse de China, su proveedor lingüístico, mientras que Corea cortó en malos términos su relación comercial con Japón. A a todo ésto hay que sumarle los conflictos territoriales y una II Guerra Mundial caótica, que empeoraron bastante las cosas entre ellos.

Todo ello hizo que estos tres titanes no se dirigieran la palabra en mucho tiempo, hasta que el factor económico empezó a hacer mella en sus respectivos países y ahí decidieron dejar a un lado las diferencias para aplicar el conocido refrán “La unión hace la fuerza”. 

"Sombra" ("Shadow"), la nueva película del director chino Zhang Yimou, distribuida en España por VÉRTIGO.
Que Japón, China y Corea compartan algunos elementos (véase el Yin-Yang o la caligrafía, entre otros), no quiere decir que sean iguales.

Después de este breve contexto histórico, es necesario preguntarnos por qué en Occidente metemos a los tres en el mismo saco. 

Aunque esta pregunta no tiene una respuesta concreta, somos los responsables de evitar los estereotipos tales como: “los habitantes de China comen roedores”, “todos los asiáticos comen con palillos” o bien imitar a un asiático estirando los ojos hacia los lados y pronunciar la /r/ como /l/ –cierto futbolista colombiano hizo un gesto racista a un jugador surcoreano y el chiste le salió mal–. 

Por esta razón, en esta nueva era de inclusión es hora de abandonar los estereotipos negativos y los gestos racistas. La mejor manera de hacerlo es viajar a China, Corea del Sur y Japón –no incluí Corea del Norte debido a sus políticas migratorias; no obstante, si decides ir, debes tomar las precauciones necesarias–. 

Diferentes culturas, un color en común.

Una ventaja de viajar a los países mencionados –en especial, Japón– es el aprendizaje de los valores que tanto nos hacen falta poner en práctica en los países hispanohablantes. Un ejemplo de ello es el sentido de pertenencia hacia nuestros respectivos países. 

En mi caso, como ciudadana bogotana, me siento avergonzada cuando veo personas que arrojan basura a las calles o se enfadan cuando les dicen que deben recoger los desechos de sus mascotas. No obstante, decidí marcar la diferencia y compré una caneca dividida en dos, la cual se encuentra en la cocina de mi piso: un espacio para los desechos orgánicos y en el otro guardo los desechos limpios para reciclar (cartón, papel, plástico, vidrio). También le entrego paquetes de chuches a un colega del trabajo, los cuales deposita en botellas de refresco y las envía al sitio especializado en construir casas con productos 100% reciclables.

Otro valor a rescatar de la cultura japonesa es la manera como aplican la estética en diversos productos funcionales, es decir, la atención al detalle. 

"Innocent", de Shin'ichi Sakamoto, publicado en España por MILKY WAY. Un excelente ejemplo de la importancia que tiene la atención al detalle.

¿Por qué esta cualidad es tan importante? Porque en el mundo laboral te exigen entregar un producto bien elaborado en el menor tiempo posible. ¿Os suena ésto, verdad que sí? Lo mencionado anteriormente se aplica a los mangas que tanto adoramos y disfrutamos. Además, realizar dicha acción hablará bien de ti sin importar tu ocupación.

Para finalizar, si la meta es vivir en un mundo lleno de respeto, ¿quién será capaz de realizar el cambio de actitud?

Autora: Saya DeLarge

Y aquí concluye la reflexión de nuestra nueva colaboradora. ¿Qué os parece? ¡Dejadnos vuestra opinión en los comentarios!