REVIEW: "DETECTIVE CONAN: LA BALA ESCARLATA" - CHIKA NAGAOKA
El próximo 16 de abril se estrenará en España "Detective Conan: La bala escarlata".
Esta película de Chika Nagaoka llega a nuestro país gracias a ALFA PICTURES y Hikari No Hana tuvo el placer de asistir a su preestreno.
La
cinta, que llegará a los cines japoneses el mismo día, es la tercera que se estrena en España tras el éxito de público de "Detective Conan: El Caso Zero" en 2018 y "Detective Conan: El puño de zafiro azul" en 2019.
Esta saga cinematográfica se inició el año 1997 con "Detective Conan: El rascacielos del tiempo", después de convertirse en un manga superventas en 1994 —publicado en España por PLANETA CÓMIC— y en una serie de culto —que cuenta con más de 860 episodios y continúa en antena— en 1996.
En España, la serie y diversas películas de la saga se han emitido en diferentes canales autonómicos como TVG, Canal Sur 2, Cartoon Network y TV3, donde sigue en emisión gracias a su prolongado éxito de audiencia.
Van a celebrarse los Juegos Olímpicos en Japón, un evento deportivo que se hace una vez cada cuatro años. Durante este evento se sacará a la luz el primer tren de vacío, capaz de llegar a los 1000km/h.
Pero, durante la celebración de este evento ocurre un secuestro en masa, dejando a Conan solo. Decidido a salvar a sus amigos y a su querida Ran, este pedirá ayuda a Akai.
Por alguna razón, lo que está ocurriendo recuerda a un accidente acontecido hace 15 años en Boston durante el mismo evento deportivo, y que también involucró al FBI. ¿Qué está pasando? ¿Podrá Conan descubrirlo antes de que el tren pueda causar un accidente catastrófico el día de su inauguración?
Pero, durante la celebración de este evento ocurre un secuestro en masa, dejando a Conan solo. Decidido a salvar a sus amigos y a su querida Ran, este pedirá ayuda a Akai.
Por alguna razón, lo que está ocurriendo recuerda a un accidente acontecido hace 15 años en Boston durante el mismo evento deportivo, y que también involucró al FBI. ¿Qué está pasando? ¿Podrá Conan descubrirlo antes de que el tren pueda causar un accidente catastrófico el día de su inauguración?
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| © 2020 GOSHO AOYAMA/DETECTIVE CONAN COMMITTEE |
Bajo esta premisa, se nos presenta un nuevo caso que sólo Conan Edogawa puede resolver y, así, salvar los Juegos Olímpicos de Tokio —porque a los japoneses nada ni nadie, ni un acto terrorista ni una pandemia mundial, les va a impedir celebrar el evento—.
Tenemos al elenco de siempre, así como personajes nuevos, haciendo las cosas de siempre: unos mueven la historia, otros están como meros figurantes o alivio cómico.
Pero, a estas alturas, todos sabemos que aquí el importante es Conan, que hace gala una vez más de sus habilidades detectivescas, que a veces parecen mágicas por cómo se saca al culpable de la chistera; todo aderezado con una buena dosis de acción, digna de los blockbusters palomiteros del género.
La cinta recurre a la vieja y confiable fórmula que tanto ha explotado en las anteriores entregas de la franquicia para ofrecer una nueva aventura que se siente más como un episodio largo de la serie.
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| © 2020 GOSHO AOYAMA/DETECTIVE CONAN COMMITTEE |
La película ofrece algún que otro momento memorable, como cuando Yumi, aun estando borracha como una cuba, no se olvida de hacer cumplir la ley vial; o la tremendísima flipada de Shuichi, cuya habilidad como francotirador se parece a la de Henry Brogan en "Géminis" (Ang Lee, 2019). ¡Y ya no hablemos de la explicación científica a cómo logra alcanzar un blanco en movimiento a 1000 km/h! Este tipo de disparate te lo esperas en "JoJo's Bizarre Adventure"; pero, ¿aquí? Guau... OK.
Sin embargo, más allá de ahí, la cinta no ofrece nada más que las mismas situaciones y dinámicas a las que ya estamos más que acostumbrados a ver en la serie, sin profundizar en los personajes ni ofrecernos una nueva visión de los mismos; es lo mismo de siempre, una aventura autoconclusiva que no tiene consecuencias en la historia principal.
"Detective Conan: La bala escarlata", al igual que el resto de películas de la franquicia, no es más que otra aventura autoconclusiva de Conan Edogawa que no afecta al statu quo de la serie original.
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| © 2020 GOSHO AOYAMA/DETECTIVE CONAN COMMITTEE |
Desde el punto de vista técnico, la animación es fluida y dinámica, muy en la línea de lo que nos tienen acostumbrados en las anteriores entregas, aunque a veces el CGI no logra integrarse del todo bien con el resto de la animación 2D, notándose un tanto artificial en algunos vehículos —especialmente, los que protagonizan las escenas de persecuciones— e infraestructuras.
A pesar de este pequeño inconveniente, TMS ENTERTAINMENT demuestra su buen hacer dando vida al universo de Aoyama y haciendo que el pequeño detective más famoso del anime siga siendo incombustible.
Chika Nagaoka, quien a su vez lleva en la saga cinematográfica desde la decimoséptima entrega como directora de unidad, vuelve a hacer equipo con algunas caras conocidas de la franquicia: el diseñador de personajes Masatomo Sudo, quien también dirige la animación, y el director de fotografía Jin Nishiyama.
Todo esto, unido a la dirección artística de Masaru Sato, Kôki Fukushima y Tsutomu Ishigaki, y la dirección sonora de Yasuyuki Urakami y Keiko Urakami, hacen que logres disfrutar de la animación y de este nuevo caso del detective Conan, escrito por Takeharu Sakurai.
En cuanto al apartado musical, la banda sonora corre a cargo de Katsuo Ohno, el compositor por excelencia de la franquicia. Ésta es bastante correcta y se complementa con el tono de la película, muy en sintonía con lo que nos viene ofreciendo durante toda la franquicia.
En este sentido, hemos de destacar el momentazo que se marca con su versión a armónica de la ópera "Guillermo Tell", de Giocchino Rossini, que acompaña a la persecución que abre la película. Gracias a ella, toda la secuencia rebosa fuerza y presencia. Sin lugar a dudas, es una decisión brillante y el sonido de la armónica le da un encanto especial.
Otro gran acierto es el tema de cierre, "The Scarlet Alibi", interpretado por la banda Tokyo Jihen, un temazo que fusiona rock experimental, avant-pop y acid jazz, que encaja a las mil maravillas con el tono de la cinta y se convierte en una de las partes más disfrutables de la misma.
Como curiosidad, la secuencia que acompaña a esta canción muestra imágenes reales de las localizaciones clave que se han usado para el film, así como de los vehículos que conducen Akai y Sera, demostrando así el grado de atención que se ha invertido en su recreación.
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| © 2020 GOSHO AOYAMA/DETECTIVE CONAN COMMITTEE |
En resumidas cuentas, "Detective Conan: La bala escarlata" es una entretenida aventura que gustará a los fans más incondicionales del pequeño detective más famoso del anime.
La cinta repite la misma fórmula que sus predecesoras y ofrece al público lo que quiere: una trepidante aventura en la que Conan luce sus habilidades detectivescas y, mediante el uso de sus artilugios y la ayuda de sus aliados, resuelve un misterio más y salva el día. Nada nuevo bajo el sol, pero eso no quita que sea una película entretenida con la que pasarás un buen rato.
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