CRÓNICA: 20º OSAKA ASIAN FILM FESTIVAL [2ª PARTE]
Este año hemos tenido el placer de cubrir la 20ª edición del Festival de Cine Asiático de Osaka (OAFF). El certamen se celebró desde el 14 al 23 de marzo en diversas localizaciones de la ciudad nipona.
Una vez hecha esta breve introducción, tras la primera parte, vamos a seguir adentrándonos en las producciones japonesas más destacadas del 20º Festival de Cine Asiático de Osaka (OAFF). Sin más preámbulo, toma asiento y sumérgete con nosotros en esta crónica.
THE ANGEL ISLAND
"The Angel Island" es la precuela dirigida por Ayaka Horii ("Dear Tokyo") del cortometraje "Two Angels, One Midnight Escape" —parte de la antología "The Night Before"—.
El mediometraje, cuya producción no hubiera sido posible sin la campaña de
crowdfunding en Motion Gallery, está protagonizado por Yuzu Aoki, Honami Sato y Momoko Fukuchi y cuenta con la fotografía de Kôichi Furuya ("Ring Wandering").
A pesar de la brevedad imperante en el formato del cortometraje, Ayaka Horii esboza una de las experiencias cinematográfica más apasionantes del año. La barrera lingüística y cultural entre el enclaustramiento nipón y el exotismo nostálgico de la isla de Penang (Malasia) converge en un viaje onírico, donde el horizonte esperanzador de las almas perdidas es el anhelo por la búsqueda de la persona indicada en su constante lucha contra la soledad y la desdicha.
La historia gira en torno a Sotaro, un joven que está luchando contra una enfermedad. Un día, mientras descansa en la azotea del hospital, se ve misteriosamente transportado a un país extranjero.
A pesar de la brevedad imperante en el formato del cortometraje, Ayaka Horii esboza una de las experiencias cinematográfica más apasionantes del año. La barrera lingüística y cultural entre el enclaustramiento nipón y el exotismo nostálgico de la isla de Penang (Malasia) converge en un viaje onírico, donde el horizonte esperanzador de las almas perdidas es el anhelo por la búsqueda de la persona indicada en su constante lucha contra la soledad y la desdicha.
Una vez más, Yuzu Aoki vuelve a demostrar que es uno de los mejores
actores de su generación, sin importar la naturaleza indie o comercial de
las producciones en que participe. Punto y aparte es el lirismo arrebatador que
se desprende de la belleza bucólica inherente en las imágenes dispuestas por
la vibrante fotografía de Kôichi Furuya en conjunción con el cautivador aporte musical de Keefar.
La verdadera lástima es no poder alcanzar la comprensión plena que ofrece el
relato ante la imposibilidad de no haber visto previamente
"Two Angels, One Midnight Escape". Todo gracias a la triste
realidad que soportan muchas producciones independientes japonesas, las cuales
más allá de su estreno limitado en festivales y en algunos cines, son de muy
difícil acceso para el público extranjero.
"Good Luck" es la esperada nueva película de Shin Adachi ("A Beloved Wife", "Brats, Be Ambitious!","14 That Night"), protagonizada por Hiroki Sano y Hana Amano y que cuenta con la fotografía de Kenta Tawara ("Yamabuki").
El argumento gira en torno a Taro Yoshiyama, un cineasta indie con una carrera bastante errática, cuyo único apoyo es su novia Yuki. Su vida cambia radicalmente cuando acude a un festival de cine en la ciudad termal de Beppo, donde conoce a la actriz Miki Sunahara.
Shin Adachi, tras brillar comercialmente con "Brats, Be Ambitious!, vuelve a su esencia independiente gracias a su interés revitalizador por los parajes rurales más desconocidos de Japón a través de su prisma cinematográfico. Los festivales de cine indie no sólo sirven para descubrir nuevas voces de la escena fílmica nipona, sino que, gracias a la cohesión vertebradora de todos sus niveles narrativos, trasciende hacia su espectro cultural, gastronómico y naturístico.
El antecedente biográfico —ya palpable desde "A Beloved Wife"— del cineasta subyuga su tratamiento romántico hacia el reflejo del entendimiento mutuo entre la actriz y el director. Los convencionalismos ya asentados sobre la pareja se desdibujan por completo hacia la perturbación lisérgica que separa la realidad palpable amorosa con la mera ficción metareferencial.
La sugestiva fotografía de Kenta Tawara es capaz de capturar desde su naturaleza geográfica el escenario idóneo de su representación interpretativa. Hiroki Sano sigue la senda iniciada en "Super Happy Forever" con papeles brillantes que engrandecen con su correlación femenina. Su principal diferencia radica en su particular aporte humorístico que conecta con la increíble y alocada Hana Amano.
THE TALES OF KURASHIKI
"The Tales of Kurashiki" es la esperada nueva película de Emiko Hiramatsu ("Organ"),
protagonizada por Soma Santoki y Runa Nakashima junto al patinador Daisuke Takahashi. El film, cuyo título original es "Kura no Aru Machi", se estrenará en Japón este verano.
"The Tales of Kurashiki" sigue la corriente de épocas pasadas de melodramas con altas dosis de emotividad dramática, indivisible a la dilatada experiencia previa de su director. No obstante, la tradicionalidad imperante no lastra la envergadura del relato hacia la barata superficialidad más lacrimógena. Por eso, no es de extrañar que la película haya ganado el premio del público.
Su argumento gira en torno a Aoi, un estudiante de la ciudad de Kurashiki que se empeña en cumplir la promesa de lanzar fuegos artificiales desde el monte Tsurugata.
"The Tales of Kurashiki" sigue la corriente de épocas pasadas de melodramas con altas dosis de emotividad dramática, indivisible a la dilatada experiencia previa de su director. No obstante, la tradicionalidad imperante no lastra la envergadura del relato hacia la barata superficialidad más lacrimógena. Por eso, no es de extrañar que la película haya ganado el premio del público.
La cinta se imbuye de la habitual estructura del coming of age hacia la comunión compartida ante una situación tan terrible como la pandemia del COVID-19. El apoyo mutuo de la comunidad le dota de un nuevo significado a la importancia de los fuegos artificiales, donde, a pesar de las aparentes semejanzas con "Hundred Flowers" o "Fireworks", guarda un rasgo diferenciador hacia la sanación comunitaria.
La atmósfera pictórica que emana de la sosegada fotografía de Daisuke Moriguchi germina en la magnífica coralidad de su reparto. El cuarteto conformado por las estupendas interpretaciones de Soma Santoki, Runa Nakashima, Kazuki Horie y Kento Sakurai es simplemente inolvidable.
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