REVIEW: "EL AMOR ESTÁ EN EL AGUA" - MASÂKI YUASA
El pasado 14 de febrero se estrenó en España "El amor está en el agua". Esta película de Masâki Yuasa llega a nuestro país gracias a SELECTA VISIÓN y Hikari No Hana tuvo el placer de asistir a uno de los pases que tuvo lugar ese día.
Ya han pasado más de 15 años del prodigioso debut cinematográfico de Masâki Yuasa para STUDIO 4ºC, "Mind Game". No sería hasta hace dos años cuando despertaría de ese letargo fílmico con su nuevo estudio SCIENCE SARU para regalarnos las dos joyas "Lu Over The Wall" y "Night is Short, Walk on Girl" —nuestra película favorita de 2018—.
Hasta la fecha ha estado envuelto en la producción de varios cortos y series, entre las que destaca la aclamada "Devilman Crybaby", "The Tatami Galaxy", "Ping Pong" e incluso el capítulo más loco de "Hora de Aventuras"; así como su última incursión televisiva "Keep Your Hands Off Eizouken!".
Hasta la fecha ha estado envuelto en la producción de varios cortos y series, entre las que destaca la aclamada "Devilman Crybaby", "The Tatami Galaxy", "Ping Pong" e incluso el capítulo más loco de "Hora de Aventuras"; así como su última incursión televisiva "Keep Your Hands Off Eizouken!".
La cinta, cuyo título original es "Kimi to, Nami ni Noretara", llegó a los cines japoneses el 21 de junio de 2019 tras recorrer festivales de la talla de Annecy, Fantasia —donde ganó el Premio Satoshi Kon—, Sitges —donde se alzó con el galardón a mejor película de animación— y Tokio, además de haberse proyectado en el 25 Manga Barcelona.
La historia comienza cuando, al ingresar en la universidad, Hinako se muda a una ciudad costera. Le encanta el surf, y cuando surca las olas, las dudas sobre su futuro desaparecen. Cuando un incendio causa estragos en la ciudad, Hinako se encuentra con el joven bombero Minato. Mientras navegan y pasan más tiempo juntos, Hinako se siente atraída por Minato, quien se dedica a ayudar a otras personas. Hinako también ocupa un lugar especial en el corazón de Minato. Por desgracia, una inesperada tragedia arrebata la vida a Minato dejando a la muchacha completamente devastada. Incapaz incluso de mirar a su querido mar, un día, Hinako canta la canción de ambos y Minato se le aparece en forma de agua. Hinako está feliz de volver a tenerlo a su lado, pero, ¿podrán permanecer así juntos para siempre?
"El amor está en el agua", más patente en su título internacional "Ride Your Wave", comienza con un sereno y solemne plano del paradisíaco y megastático paisaje marino, del que entre sus olas emerge una trascendental dicotomía: el amor es incomprensible sin el autoconocimiento de la pérdida. A su vez, la superación de la desdicha y la reparación del daño originado no será posible sin la formulación de la memoria. En ocasiones, un objeto o un recuerdo —como brillantemente simbolizó Satoshi Kon en la mastodóntica "Millenium Actress" (2001)— es suficiente para condicionar la totalidad de nuestra evolución vital.
Masâki Yuasa vuelve a reunir ese indescriptible tándem con la reconocida guionista Reiko Yoshida ("A Silent Voice") para adentrarse en terrenos comunes a los vistos en "Lu Over the Wall". Sin embargo, esta vez no le interesa el mensaje naturista y ecológico, sino más bien la vertiente del florecimineto y el devenir de la relación romántica.
La narración se cimienta en tres actos perfectamente definidos, donde todos los tópicos y estructuras típicas de las producciones de esta índole se reconfiguran dotándole de una nueva resignificación orgánica en torno a la misma perpetua dualidad: el fuego y el agua como elemento destructivo y redentor. En especial, hay que señalar la reinterpretación de los estragos de los fuegos artificiales, vinculados a la exaltación sentimental inherentes a la idiosincrasia japonesa —ejemplarizada en la festividad del Hanabi y, mas concretamente, en "Fireworks" o "Your Name"—, como matriz convergente de su génesis y cierre.
Ante todo es la historia de dos personas predestinadas a amarse y protegerse el uno al otro, donde sus tramas vitales se han ido entretejiendo en paralelo desde la infancia, y cuyas filigranas han definido su propia existencia y han condicionado a los que le rodean.
A pesar de que la tragedia es un componente capital en el desarrollo del relato, permea entre sus aguas un trascendental mensaje de superación, empatía y heroicidad. No importa las barreras y obstáculos que nos tiene preparada la vida, siempre habrá un puerto —el significado del nombre de nuestro Romeo particular, Minato— al que volver. Da igual el tiempo que encallemos en la costa, una vez pasada la gélida desesperanza y apatía, nos armaremos con todo nuestro valor, esfuerzo y ganas de vivir para surcar la verdadera ola que nos depara el futuro.
Todo este sentimiento se plasma tan bien gracias a la inteligente selección y el buen trabajo del reparto de voces; de entre todas las opciones, se ha optado por actores con experiencia en series y producciones de corte romántico, como es el caso de la pareja protagonista, interpretada por Ryota Katayose —el confiable Minato— y Rina Kawaei —la despreocupada Hinako—, que gracias a la química que desprenden, se sumergen por completo en la psique de los personajes. También hay que destacar el apoyo de los secundarios Kentaro Ito y Honoka Matsumoto, logrando un perfecto retrato realista en la que sentirse identificado.
Este torrente emocional y temático no sería posible sin su estrecho sincretismo con el apartado sonoro y visual. El equipo de SCIENCE SARU, encabezado por el propio realizador, vuelve a demostrar que es un valor en alza en el mundo de la animación.
En esta ocasión, la vanguardia cinestésica y la éxtasis psicodélica patente en sus trabajos anteriores parece diluirse en pos de un estilo más accesible y estandarizado. Pero sólo en apariencia, ya que queda vertebrado de forma residual tanto en su diseño de personajes, con figuras alargadas semejantes a la obra del El Greco; como, gracias al dominio focal de la perspectiva, en la composición de escenarios oníricos suprasaturados, llenos de cromatismo y dinamismo, que parecen sacados de un cuadro de Giorgio de Chirico.La música no es un simple elemento decorativo más, sino que se adhiere a su diégesis, ejerciendo de hilo conductor que hilvana la narración en torno a su tema principal "Brand New Story", interpretada por la popular banda idol GENERATIONS from EXILE TRIBE —curiosamente uno de los vocalistas del grupo es la voz protagonista, Ryota Katayose, demostrando una vez más que todo está estudiado al milímetro—. Sin olvidar, la prodigiosa y sensitiva banda sonora de Michiru Ôshima, quien ya colaboró con el animador en "The Tatami Galaxy" y "Night is Short, Walk on Girl".
En definitiva, Masâki Yuasa vuelve a demostrar por enésima vez su talento multidisciplinar y sus facetas plurivalentes, capaz de brindarnos desde el surrealismo más atronador hasta las capas más romanticonas y accesibles. El realizador, siempre fiel a sí mismo y sus ideales, trasgrede los límites hasta cotas insospechadas en pos de historias que traspasan los estándares de la imaginación.
Sin lugar a dudas, "El amor está en el agua", junto a "Lu Over the Wall", podría formar parte de un díptico pictórico y sensorial en torno al ente azul, gracias a su estrecha colaboración con Reiko Yoshida. Cuando el guión parece quedarse corto, el animador se retuerce en sus matices y extiende el relato hasta convertirlo en algo original y único.De la superficie marina asciende un campo de dualidades de evolución cíclica que confluyen en un poderosa oda al humanismo. El ser humano puede ser responsable de las mayores barbaridades, pero su capacidad de amar y superación, enarbola el verdadero significado del héroe: cambiar la vida de las personas.
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